Mojácar

El Taller de la Mojaquera explica la antigua gestión del agua por parte de las mujeres de la localidad

Vigente.

EL TALLER DE LA MOJAQUERA, ORGANIZADO POR EL AYUNTAMIENTO DE MOJÁCAR Y LA UNIVERSIDAD DE GRANADA, EXPLICA LA ANTIGUA GESTIÓN DEL AGUA POR PARTE DE LAS MUJERES DE LA LOCALIDAD

        

 

         El Ayuntamiento de Mojácar y el Laboratorio de Arqueología Biocultural, MEMOLab, están organizando una serie de talleres relacionados con las excavaciones de Mojácar la Vieja que intentan complementar las investigaciones y la recuperación de la historia y las costumbres de la localidad a través de los tiempos.

         En esta campaña 2022, se han previsto una serie de talleres que han comenzado con el denominado “Taller de la Mojaquera” en el que se destaca el papel de la mujer en la gestión del agua en la familia, su peculiar traslado diario desde la fuente hasta los hogares, lavado de ropa y su vestimenta típica, una de las señas de identidad de Mojácar desde hace décadas.

         Mujeres mojaqueras de diferentes edades, incluidas niñas, estuvieron presentes en este taller, explicando a los asistentes la composición del traje típico de la localidad, cómo estaba compuesto y su complejidad a la hora de confeccionarlo dado el número de diferentes prendas que lo componen.

         Surge la cuestión sobre el origen de la costumbre en la utilización del pañuelo que, antiguamente, cubría “medio ojo” y era un signo de decoro entre las féminas de la época al igual que el color utilizado, diferentes según fueran solteras o casadas.

         Otra de las peculiaridades en el atuendo femenino y pieza fundamental en el traslado del agua es el denominado “rodete”, que, colocado sobre la cabeza, era fundamental para que los pesados cántaros, llenos de agua, mantuvieran el equilibrio sobre la misma.

         La imagen de una mujer portando cántaros de agua sobre su cabeza y otros más apoyados en la cadera, supone una de las imágenes más típicas de la localidad y supone una seña de identidad de Mojácar.

         Otra de las singularidades en la gestión del agua se centra en el lavado de la ropa y en su fuente. Desde su salida del manantial a través de los 13 caños, el agua de distribuía por dos canales paralelos pero diferenciados. Uno en el que se lavaba la ropa y otro que fluía libre hasta su lugar de almacenamiento.

 Mojácar es uno de los pocos lugares en los que las mujeres se metían en el agua para la limpieza de sus prendas.  Remangadas sus faldas, metían las piernas en el canal que fluía libre y el otro servía para el lavado. Estaban separados ambos conductos por una serie de piedras, hoy de mármol, que servían para frotar la ropa. Asi, no se mezclaba el agua del lavado que se supone iba ya con jabón.

El taller fue dirigido por Noelia Aguado, técnica de  arqueología comunitaria de MEMOLab, que la también es la encargada de los talleres de esparto, en los que maestros esparteros enseñan esta casi olvidada técnica de construir prácticamente todos los enseres utilizados en la época, tanto para el hogar como en la agricultura y el taller de “Relatos Mojaqueros” en los que se intenta recuperar la memoria alrededor de Mojácar la Vieja y qué percepción tenían de este lugar.

Se mantiene el tradicional taller de cerámica y una jornada de dibujo y pintura en el que los participantes pueden pintar en el mismo yacimiento y en Plaza Nueva para recoger la imagen de este emblemático lugar que más les inspire.